Para valorar con justicia un libro de larga trayectoria y sobre el que pesa el halo de «clásico» existe una doble dificultad: verlo en su contexto y aislarse de todas las opiniones que puedan existir sobre él. En el caso de «Una princesa de Marte» esto es aún más cierto, pues lo que fue en su día una novela por entregas inserta en el no siempre valorado mundo de la literatura pulp, es hoy considerado como una obra de referencia para un gran número de obras de fantasía y ciencia ficción.
En mi opinión esta primera entrega de la serie «Bajo las lunas de Marte» no es tanto un gran libro como una gran historia de aventuras. En sus páginas el mismo capitán John Carter de Virginia nos relata su extraña odisea, que de una cueva de Arizona le lleva hasta los vastos parajes de Marte, donde entra en contacto con un mundo que nunca hubiera podido imaginar. Quizás una de sus mayores virtudes narrativas sea el ritmo; la historia alterna entre la acción más trepidante y suaves momentos de pausa, pero siempre sigue hacia adelante. Es un libro dinámico y trepidante, que nos arroja a luchas y guerras sin cuartel, y en el que el conflictivo ambiente y el carácter del protagonista construyen un relato en el que las espadas están siempre desenvainadas.
Ello, sin embargo, no es impedimento para que de fondo se vayan desarrollando historias de gran profundidad emocional, fluyendo junto a la trama principal y desembocando junto a ella. Quizás, uno de los mayores méritos que le he encontrado a la novela ha sido lo bien que está construida la trama; aunque originalmente fue un libro editado por entregas, la historia está bien articulada desde su planteamiento hasta su desenlace final, que además deja los suficientes caminos abiertos como para favorecer sus secuelas. No obstante, sí que es cierto, que la historia se ve condicionada por el modo en que fue publicada y que en ocasiones la sucesión de acontecimientos nos lleva por caminos demasiado alejados del asunto central que nos cuenta «Una princesa de Marte».
Independientemente de los pequeños defectos que todo libro tiene, se trata de una historia muy recomendable para los amantes de las novelas de aventuras, un auténtico clásico tanto de la ciencia ficción como de la fantasía (o de ese subgénero más específico que es la ciencia ficción fantástica). Es además un libro que sienta las bases para un mundo maravilloso y abre las puertas a sucesivas novelas que auguran un gran desarrollo de «Bajo las lunas de Marte».
Add Comment